Ya hace unas horas se está corriendo las imágenes donde fue creado el primer iPhone, específicamente hablamos del conjunto de aparatos tecnológicos que fueron ensamblado para probar el sistema operativo del dispositivo móvil de la manzana mordida. El hardware donde fue probado las primeras versiones de iOS, no fue más que una PowerMac G3, una pantalla táctil y un auricular de teléfono. Como podrán imaginarse, en esos tiempos, allá por el 2006, cuando tener un blackberry era lo más lujoso, no existía un dispositivo para probar un sistema operativo de plataformas móviles decentes como lo son iOS o Android.
El lugar donde se reunían Steve Jobs y el ingeniero Greg Christie cada dos veces al mes para probar el software, era exclusivo para unos cuántos trabajadores, es más, no dejaban que ingrese personal de limpieza a dicha habitación, por temor del robo de ideas. Como menciona Christie, quien fue el encargado de esta hazaña, el lugar no era más que un cuarto de 4 lados sin ventanas con una pared manchada por el ataque de la humedad y con el reconocido póster "Think Different" (piensa diferente, la frase famosa del imperio de la manzana).
Ahora nos damos cuenta, cuanto fue el sacrificio de Apple para poder crear tanto el hardware como software que funcionaría en sus futuros iPhone, fue una hazaña muy difícil, complicada y hasta a veces frustrante para todo el equipo. Esto nos hace reflexionar mucho sobre cómo otras compañías se subieron al coche del éxito simulando lo que hizo la empresa de la manzana, y el porque de tantos juicios por patentes (llamada la "Guerra de las patentes").
A veces juzgamos a las personas cuando tienen éxito, pero no vemos su sufrimiento.
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